El fruto (homenaje al maestro)

Cuando el silencio produce la muerte del Yo, nace el amor. El hombre despierto, iluminado, se siente a sí mismo como diferente, pero no separado de los demás hombres ni del resto de la creación. Porque sólo hay un Danzante, y toda la creación constituye una danza. Los experimenta a todos como a su "cuerpo", a su Yo. Así, ama a todos los hombres cuando se ama a sí mismo. No se lanza necesariamente al servicio. Sabe que cualquiera que busca servir está en peligro de convertirse en un ser semejante a tanta gente "caritativa" que no es en absoluto religiosa, es gente que se siente culpable, bienhechores forzosos que se entremeten en las vidas de otros. Es posible, por desgracia, que des tus bienes para alimentar a los pobres y que tu cuerpo arda, pero que no tengas amor. El mejor servicio que puedes hacer al mundo es que tú desaparezcas. Entonces te transformarás en vehículo de lo divino. Entonces el servicio será espontáneo, pero sólo si Dios te empuja a ello. Puede oc...