SOBRE MI DERECHO A HABLAR

A mis 66 años sigo orgulloso y agradecido por haber sido parte de la generación de Sandinistas como Mauricio Abdalah y Arlen Siu. Fue y será mi generación. El Sandinismo de siempre. Decidí poner mi grano de arena a mis 17 años y pagué el costo de "tomar la vida en serio". Fui detenido y torturado por la Oficina de Seguridad Somocista. Le partí el corazón a mi madre. Di todo de mí al triunfo de la joven Revolución. Todo. Fue mi prioridad por encima de mi joven esposa y mis pequeñas hijas. Aún lloro por ello. Lo hice por Amor. El amor que aprendí en la Teología de Liberación. Nada más que eso. Renuncié en su momento a cualquier tipo de compensación. Rechacé lo que me ofrecieron en 1990. Está en acta. No ingresé al FSLN por nada material. Y volví a mi carrera de médico y aquí estoy, aquí sigo. No me escondo de nadie. Orgulloso de mi vida y la pasión con que he vivido, todo lo que he hecho. Perdoné a mis torturadores. Supe sus nombres y apellidos cuando aún estaban presos, lueg...