CRÓNICA DE UNA PANDEMIA (21ª parte)
Las dos pandemias
La evidencia mostrada hasta el día de hoy, jueves 7 de mayo del 2020, nos dice que 3.8 millones de humanos han enfermado y 270 mil han muerto, cifras “oficiales”, la realidad posiblemente sea mayor. Y ningun sistema de salud, ninguna potencia, ha logrado, hasta ahora contener la enfermedad y la muerte, ni por esta ni por otras pandemias.
En realidad se nos ha vendido o hemos comprado una idea falsa, la idea de atender la enfermedad y evitar la muerte, en lugar de preservar y cuidar de la vida, sobre todo en occidente. Se han construido sistemas de salud para atender a los enfermos (lo cual obviamente hay que hacer), en lugar de sistemas sociales que promuevan y defiendan la vida.
¿Cómo explicar en el inicio de esta tercera década del s XXI, que dos millones de personas mueran cada año, por falta de acceso al agua potable, saneamiento básico y alimentos? Los 130 millones de dólares que gana un futbolista de elite, podria evitar esta pandemia humana. El humano más rico del planeta tiene una fortuna estimada en 54 mil millones de dólares, lo que financiaria la vida de 54,000 millones de personas (8 veces la cantidad total de personas de la tierra).
Se trata de un abismo de desigualdad, una pandemia de consecuencias catastróficas, que sin pudor alguno se aplaude, agrada y es motivo de elogios para una buena proporción de Sapiens. Estamos ante dos pandemias, una, la más mediática de la historia, y la otra, la pandemia de la indiferencia, compensada por Netflix, la pornografía, el alcohol, el deporte, la moda y los dispositivos electrónicos.

Una pandemia, la del SARS-CoV-2 no sabemos mucho, y no disponemos de medios adecuados y universales para contenerla. La otra pandemia, sabemos sus causas y se dispone de cuantiosos recursos para que desaparezca.
La pregunta es ¿porqué persiste? Y no hay ninguna plegaria, ni cadenas de oración, ni donativos, ni titulares en ningún medio de comunicación o red social. Y entonces, ¿por qué las cosas siguen como están?
Los lectores del 2050 analizarán en sus clases de historia, la triste e increible vida de los Sapiens del 2020: un millón de suicidos por año, millon y medio de niños muertos por diarrea, cuatro millones de muertes por enfermedades respiratorias. Cada 5 segundos muere un niño por hambre. Y así, podriamos seguir.
Los cerebros privilegiados y las mentes brillantes del 2050 contratarán estos datos, y sin chips emocionales en sus cerebros, entenderán la lógica de este irracionalidad, que al parecer los chicos del 2020 olvidan, mientras se distraen en su teléfono de última generación, se toman “selfies” y escuchan música en sus auriculares inhalámbricos.
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