Mis primeros sesenta y nueve años
En unos días, diez y ocho días aproximadamente, cumpliré sesenta y nueve años. Cómo todo humano, he procurado hacer un balance de tanto tiempo vivido y me da la impresión que estos últimos años han sido los más desaprovechados.
Un amigo mencionó hace poco el término "represión", sería en todo caso auto represión, porque esta etapa ha sido bastante libre, en cuanto tiempo, experiencia, recursos, pero yo mismo me he impuesto la censura. Quiero decir he reprimido algunos impulsos primarios negativos.
Otra palabra que define esta etapa es culpa, mucha culpa. Me di cuenta que muchas heridas del pasado seguían abiertas. Y todo ésto conlleva arrepentimiento, vergüenza, pero y no puedo evitarlo, culpa. Y la culpa mata como el cáncer de colon, lentamente
Quizás un término final que define esta etapa sería rechazo. No imaginé todo el deterioro al terminar mi experiencia laboral formal. Llegó el deterioro físico y luego el cognitivo, y me ha costado un montón, aceptarlo, sobre todo el emocional
Quizás un término final que define esta etapa sería rechazo. No imaginé todo el deterioro al terminar mi experiencia laboral formal. Llegó el deterioro físico y luego el cognitivo, y me ha costado un montón, aceptarlo, sobre todo el emocional
Este combo de auto represión, culpa y rechazo a mi autoimagen, no solo es inmadurez, es sobre todo una bomba de relojería.
La mayor parte de mi vida tuve motivación, propósito, firmeza, persistencia, ánimo, disciplina. Y a pesar de los altos y bajos, encontré como renacer en cada experiencia. Ahora mismo he perdido casi todos estos determinantes existenciales
Llegué a los 60 años con poca experiencia de vida familiar. Había sido candil de la calle. Por 40 años fui un padre nómada ausente presente. Y hubo todo tipo de heridas. Hoy lo veo tan claro como el mejor cristal del planeta: traición, abandono, injusticia, humillación y rechazo. Las tuve yo, y las dejé caer sobre mi esposa e hijos. Mi esposa tiene más madurez y nació en otra época. Mis hijas son ese tipo de mujeres que no dejan pasar una. En todo caso, todas tienen razón.
En estos años fracturé dos pilares esenciales de mi ser. Mi entorno familiar sobre todo con mis hijos y rompí mi equilibrio físico y emocional. Me descompensé y está última década, sobre todo los últimos cinco años han sido los peores
Me di cuenta como si mirase un letrero gigante de publicidad de mis horribles defectos:
*Mi deseo patológico de querer tener la razón
*Mi hipersensibilidad a la crítica
* La intolerancia en diversos temas
* Mi frustración, egoísmo, pereza, conductas adictivas, etcéteras
Mi refugio ha sido el consultorio, cierta estabilidad económica (que poco a poco he ido perdiendo), mi poquita fé y el cariño de mi esposa. Sin pensarlo decidí aislarme, no seguir haciendo daño, una suerte de auto renuncia a vivir, entendida la vida como un conjunto de necesidades, deberes, derechos, cosas así
Hasta ahora siento tan patético todo lo que escrito este día. Me dibujo como una especie de víctima añosa de mis decisiones. En fin, nada que celebrar.
¿Qué me alegra?, ¿Qué me hace feliz? Diría ver a mis hijos y nietos contentos. Escuchar reír a mi esposa. Diría, ver felices a los niños, verlos ir a la escuela, prepararse para la vida. Me hace feliz caminar entre la naturaleza, con muy poca gente, comer un bocadito rico, degustar un buen pescado con una cerveza bien fría a la orilla de la playa, ver una buena película, leer un libro interesante, cosas así
Y mi poca fé la alimento con una buena prédica, una confesión verdadera, oraciones de corazón, lecturas espirituales, hacer el bien sin condiciones
Termino este lamento cuasi setentón. Debería sentirme inmensamente agradecido. Y feliz.
He logrado más que la mayoría de hombres de mi edad. Lo sé. Pareciera ser que siempre queremos más, somos insatisfechos crónicos, humanos con poca sabiduría
En fin, feliz cumpleaños a mi

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