CRÓNICA DE UNA PANDEMIA (No 45).
EL PAÍS DE LOS TEMPLOS CERRADOS Y LOS BARES ABIERTOS Vivo en un hermoso país, donde los dirigentes de mi iglesia decidieron cerrar los templos. En otros países, las conferencias episcopales han querido abrir los templos y las autoridades sanitarias lo han prohibido. Aquí ha sido lo contrario, para preservar la salud de los fieles, aunque algunos sacerdotes han mantenido las eucaristías de jueves y domingo, asumiendo que los templos son un lugar de adoración y oración, no de contaminación (excepciones honrosas). Paradójicamente, los bares están abiertos y llenos. Nadie mide la temperatura al entrar, no hay alcohol gel y mucho menos se usan mascarillas. El alcohol se sirve en botellas o vasos, y va directo al estómago. Los "frezar" a cero grados mantienen las bebidas bien frías, e incluso hay promociones de 3x2 en cervezas nacionales y de margaritas al 2x1. Cabe aclarar que las cervezas y el ron no han bajado de precio, mas bien se han incrementado ...