Armantina Maria, mi compañera de vida





No acostumbro hablar o escribir sobre Armantina María, la mujer que ha compartido conmigo la mayor parte de la vida.
Su primer nombre es largo y con un origen poco claro, es derivado del germano y significa conductor de huestes, guerrero, se dice que es de relaciones duraderas y da lo mejor a su pareja. 100 por cien cierto. Ella es así, una mujer que no se doblega ante nada y fiel como pocas a sus compromisos y afectos.
La conocí cuando tenía 19 años, en un lugar exótico e increíble de Nicaragua, llamado Laguna de Perlas, lo recuerdo como si acaba de ocurrir, yo estaba dando consulta médica a una paciente de los cayos cercanos a la laguna, y camine hacia la farmacia para verificar si tenían el fármaco a prescribir, en ese momento la vi, me encontré con una mirada que ha durado 31 años en mi memoria. Eso fue suficiente.
Me acerque con cualquier pretexto, oí su voz, reconocí su mirada, nos encontramos una tarde, conversamos, la atendí una noche con un acceso de tos, y una noche increíble, de esas que ocurren una vez en la vida, bailamos como nunca antes al ritmo afro caribeño y nos enamoramos como en las viejas películas de Hollywood.
Pocos meses novios nos hicimos nuevos, y pocos, muy pocos meses después nos casamos. Era una época de guerra, una época de cambios, una época de revolución.
Nuestra primera hija, nació bajo los bombardeos de la guardia somocista en junio de 1979. Nuestra segunda hija en el hospital del Ingenio San Antonio algunos años después y la hija menor en una clínica de León hace ya más de 20 años.
Dos jóvenes aun, tres hijas, en los años aquellos de la Revolución.
Mi mejor amigo, Mauricio Abdalah, me dijo recién la conocí, “ella es de las personas a las cuales podes confiar tu propia vida, una muchacha fiel, una mujer para toda la vida”. No se equivoco en ninguna de sus palabras.
Ella es bonita físicamente, pero es aun más bella interiormente. Una persona de palabra, una mujer de compromisos, que jamás va a estar lamentándose ante un problema o situación. A pesar de su salud, de su condición de madre y trabajadora, jamás ha dejado de hacer algo por ningún pretexto, jamás ha fallado a sus hijas, jamás ha fallado a su pareja.
Hoy comparto estas letras sobre ella, “tan pequeña es, tan frágil es”. Mi admiración a su valor, su actitud ante la vida, su asertividad y su belleza personal.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Thanks for ones marvelous posting! I actually enjoyed reading it, you will be
a great author. I will be sure to bookmark your blog and may come back down the
road. I want to encourage you to definitely continue your great writing, have a nice afternoon!


My web blog; sources Tell Me
Anónimo ha dicho que…
hey there and thanks to your info ? I've definitely picked up something new from proper here. I did however expertise a few technical issues the use of this site, since I experienced to reload the website lots of times prior to I may get it to load properly. I have been pondering if your hosting is OK? Now not that I am complaining, but sluggish loading circumstances instances will very frequently have an effect on your placement in google and could damage your high quality score if advertising and marketing with Adwords. Well I am including this RSS to my email and could glance out for a lot more of your respective exciting content. Ensure that you replace this once more soon..

My website; their Explanation

Entradas populares de este blog

“Un hombre con corazón de niño”

A Mauricio Abdalah

La experiencia de la carcel, la tortura y el dolor.