2011= año de bendiciones

En pocos días cumpliré 55 años y celebraré en familia el nacimiento de Jesús de Nazareth, el hijo de Dios. Se acabará el 2011 como todo lo propio de esta vida e iniciaremos un nuevo momento, el año 2012.
¿Que ha significado este 2011 ya ancianito? Y gracias a la misericordia y el amor de Dios ha sido un año de bendiciones y un año de pruebas, un año de transición.
La prueba más dura ha sido la económica, ha sido un año de subempleo, de ingresos mínimos para cubrir las necesidades básicas y de muchas dificultades para apoyar a mi familia, cumplir mi rol de proveedor y líder de mi hogar.
Pero hemos tenido la bendición de recibir a Dios en la familia, la bendición de ingresar con mi esposa al Ministerio Unidos por Siempre, y tener ahora un matrimonio renovado y sentir la paz del espíritu santo en mi corazón y en mi mente.
En este 2011 asistimos a la promoción de posgrado de nuestra hija menor Claudia Lucía, la bendición de ver a dos de nuestras hijas con un empleo estable, de ver a nuestra nieta Tania Isabel culminar su tercer grado.
Como dije en una oportunidad, hasta hace poco tiempo estaba orgulloso de mis logros académicos, mis seis títulos universitarios, mi capacidad intelectual y cualificaciones profesionales. Ahora mi principal orgullo es el de reconocerme un hijo de Dios, un hombre humillado y arrepentido, capaz de perdonar y perdonarme, un hombre con convicción de pecado, necesitado de Dios y su palabra, un esposo decidido a amar a su esposa, congregado en un ministerio y que ha pedido una nueva oportunidad para ser un testimonio como esposo y padre.
Este domingo a las 11 de la mañana asistiré con mi familia a la eucaristía en acción de gracias por la vida y la familia que Dios me ha concedido, este lunes celebrare mi cumpleaños en medio de mi familia, esposa e hijas, esta navidad celebraremos en familia el nacimiento de Jesús de Nazareth en un ambiente cristiano.
Todo puedo en Cristo que me fortalece, dice el apóstol Pablo, y yo le creo a Dios, en que restaurara mis finanzas y me abrirá las puertas para la salvación de mi alma y ser el guía espiritual de mi familia.
Gracias Señor, Dios, Padre bueno y bondadoso. Gracias por la vida que me has dado. Gracias por la salud, por la familia. Gracias por mi esposa, por cada uno de mis hijos. Bendice señor a Mey Ling, Renee Tamara y Claudia Lucía. Bendice a Ernesto. Bendice a mi esposa, mi madre, cada uno de mis hermanos y sus familias.
Hazme señor un instrumento de tu amor, ayúdame a mantener encendida la llama del amor incondicional de Dios en mi vida y en mi familia. Gracias Señor. Gracias.