HUYENDO DE NOSOTROS MISMOS.....

 Huyendo de nosotros mismos…..

 


No he llegado a comprender del todo a los que “huyen” de Nicaragua. Conozco cientos de casos. Sé de personas que tienen una familia, un trabajo, un hijo en la universidad, una casa bonita, sanos, y de repente el marido se va.


Sé de muchachos inteligentes, guapos, con padres que los apoyan, novia y a un semestre de graduarse y se van. Conozco muchachas que se van buscando un novio extranjero, dejando hijos, familia y marido. Tengo muchos relatos de personas que se van para hacer dinero y pagar deudas (algunos regresan más endeudados) 

 

Y conozco también a gente de plata, que ganan bien y tienen buenos negocios y se van como “perseguidos políticos”, buscando no sé qué, pero se van.

 

En fin.

 

Recuerdo que nací y crecí bajo una dictadura feroz y asesina. La vida me ofreció pobreza material, cuasi imposibilidad de estudios superiores. No había más futuro que la explotación terrible de la familia pellas en las cuatro paredes del Ingenio San Antonio y sus alrededores. No había sistema de salud, ni proyectos de vida, ni sistema educativo accesible. Solo existía la fe y la esperanza de los pobres. Jamás pensé en huir del país.

 

Creo comprender a los jóvenes, sin conciencia del riesgo y en busca de cumplir sueños, sean “europeos, americanos, ticos o panameños”. Creo comprenderlos el atreverse a pagar cinco mil dólares (no tengo idea de donde obtienen el dinero), confiar su vida en un “coyote”, arriesgarse a un secuestro, violación o asesinato en Guatemala o México. Exponerse a morir ahogados en el rio Bravo, estar detenidos en cárceles extranjeras, ser deportados, morir en el desierto, etc, etc, etc. Al fin y al cabo son jóvenes.

 

¿De qué y por qué huyen? 

 

Conozco cientos de emprendedores exitosos, chavalos con 600 dólares en un call center (para mientras) vendedores de todo por medio de redes sociales, muchos ganan mucho más dinero que yo (en la actualidad). Mercados y calles repletos de vendedores y compradores. Los bares llenos como siempre.

 

¿Por qué arriesgar mi vida, o dejar abandonada a la familia o buscarse otra familia a quien mantener en otro país (donde siempre serás migrante)?

 

Veo a mi pequeña familia, todos profesionales, con diversos grados de cualificación (incluyendo estudios en el exterior), casi todos con becas o fruto de su propio trabajo. No veo a ninguno de mis conocidos, “muriéndose de hambre”, no veo la desolación o la muerte, como existe en ZamoraCiudad Obregón, Zacatecas, Tijuana, Celaya, Ciudad Juárez, Ensenada y Uruapan.

 

Sé de unos cuántos conocidos, gente bien posicionada y con recursos económicos de sobra, hijos estudiando en cualquier universidad del planeta, cobrando cheques de “perseguidos políticos” en el primer mundo (sinvergüenzas) y sé de gente muy pero muy pobre, lavando inodoros, pegando ladrillos, trabajadoras sexuales de sus nuevos patronos, muchos deprimidos, con ideas suicidas, desesperados, presos de si mismos.

 

A algunos les ha ido bien, tienen estudios, familiares, hablan el idioma perfectamente, se están tecnificando, trabajan, les espera una nueva vida. Bien por ellos…

 

No sé si el poder mediático sea tan poderoso para vender tan bien la idea de “huir” y estar dispuestos a morir de la peor manera posible. Puede ser.


Entiendo a las personas de Honduras o El Salvador huyendo del crimen organizado, o del norte de Mexico o la trampa de algunos gobiernos que ofrecen el cielo y la tierra, para quienes lleguen a hacer lo que ellos no quieren (sus nuevos esclavos, como en los viejos tiempos).


Puede ser que la idea de "la dictadura feroz" y la imagen de series en Netflix "comprando nachos en un parque de EEUU", nos haya enloquecido. Puede ser.


En todo caso, buena fortuna a los que se van. Diosito de los pobres les proteja de todo mal. Que logren cumplir sus sueños.

 

Me temo, que muchos huyen de sí mismos, de sus historias de vida, fracasos, frustraciones, desencantos existenciales, inmadurez, autocastigo, victimismo, abusos de uno u otro tipo. Si ese fuese una proporción de los casos, el riesgo que estas jaulas los sigan encerrando es muy alto. Vivirán prisioneros de sí mismos.

 

 

León,  28 de octubre del 2022

 

 

 

 


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