La Flor


La Biblia enseña que nadie puede ver a Dios y seguir vivo. Cuando se acalla a la mente, se ve a Dios, y el Yo muere. Los Maestros de Oriente están de acuerdo en que, cuando el silencio entra en el corazón, el Yo muere. ¿Cómo? No por aniquilamiento, sino por "visión". En la calma del silencio se "ve" que el Yo es una ilusión. El psicópata que se cree Napoleón está curado cuando "ve", comprende, que su "yo napoleónico" es una ilusión. El hombre se cura cuando "ve", cuando experimenta que su yo-centro, su yo-separado es "maya", ilusión.

Es como si la danza entrara dentro de sí misma y "viera" que no tiene centro, que no tiene más ser que el del danzante, que no es en absoluto un "ser", sino una acción. Sólo el danzante es ser. Sólo él es. La danza no tiene ser, solamente está-en-el-danzante. Dios dijo a Catalina de Siena: "Yo soy el que es. Tú eres la que no es." Cuando entráis en el silencio, experimentáis que no sois; el centro ya no está en vosotros; está en Dios; vosotros sois la periferia. Recordemos las poderosas palabras atribuidas al maestro Eckhart: "Unicamente un Ser tiene derecho a utilizar el pronombre personal 'yo': ¡Dios!".

Quien experimenta esto, despierta. Se vuelve un "nadie", un vacío, una "encarnación" a través de la cual lo divino brilla y actúa. El poeta, el pintor, el músico, experimentan a veces momentos de inspiración en los que parecen perderse, y sienten que los atraviesa un flujo de actividad del que son más un canal que una fuente. Lo que ellos experimentan en su arte, el hombre despierto lo experimenta en su vida. Sigue actuando, pero ya no es él quien actúa. Sus acciones ya no las hace él, sino que le suceden a él. Se experimenta a sí mismo haciendo cosas que, simultáneamente, no son hechas por él; parecen ocurrir a través de él. Sus esfuerzos se convierten en facilidad, su trabajo se transforma en juego, en lila, en deporte divino. ¿Podría ser de otro modo cuando se experimenta a sí mismo como una danza danzada por lo divino, como una flauta hueca de la que brota la música de Dios?

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