Mis planes 2016



Durante un tiempo de mi vida hacia planes cada año, de un tiempo para acá abandoné este ritual y a pocos días de concluir este período de vida, tuve el impulso de escribir mis propósitos de año nuevo y aquí van:

1.     Alimentar mi relación con Dios mediante la oración personal y la puesta en práctica de las obras de misericordia espirituales y corporales, en particular hacia mi esposa, hijas, nietas, mama, hermanos y sobrinos (mi prójimo más cercano). Ser menos candil de la calle, oscuridad de la casa.

2.     Trabajar duro con mis hábitos y rasgos negativos de personalidad: impaciencia, intolerancia, neuroticismo, apegos, fantasías y pereza.

3.     Cuidar de mi salud, mediante el ejercicio, nutrición adecuada, sentido del humor, sociabilidad, dormir 8 horas cada día, no perder mis citas médicas y tomar toda el agua posible.

4.     Viajar dentro del país, hasta conocer poco a poco, los 153 municipios de Nicaragua. Realizar al menos un viaje al mes con mi esposa y los miembros de la familia que puedan acompañarnos, así podre conocer toda Nicaragua en tres años.

5.     Rezar en los santuarios marianos y cristianos del país. Participar en la eucaristía dominical en diferentes parroquias. Asistir asiduamente al sacramento de la reconciliación.

6.     Retomar mis lecciones de inglés. Ir al menos dos veces a la semana a “nadar” a mi piscina en el Holiday Inn. Salir con Armantina cuantas veces podamos a compartir y disfrutar como pareja.

7.     Terminar mi primer libro dedicado a mis nietas, hijas, esposa y familia mas cercana. Escribir el “outline” de mi libro sobre Psicoterapia Familiar.

8.     Concluir con dignidad mi período de trabajo en la UNAN León, dando lo mejor de mí para mis estudiantes y pacientes.

9.     Mejorar mi pequeño consultorio para seguir sirviendo con calidad y calidez a quienes busquen sanar sus heridas, mediante el ejercicio profesional de la psicoterapia con enfoque humanista.

10.    Ser un mejor servidor en mi hogar, con mi esposa, hijas y nietas. Servir con amor a mi iglesia. Ponerme a la orden de Dios, aprendiendo día a día a amar y hacer su voluntad.

Sé que no lograré todo, al menos tendré claro el propósito y el rumbo a seguir.

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