Los paradigmas de las historias personales.

Voy a contar una historia, una historia en el contexto de un paradigma. Estoy convencido que todos los humanos contamos y vivimos historias bajo los paraguas de lo que hemos recorrido a lo largo del camino, ya sea bajo los lentes del conocimiento-“nuestras verdades aprendidas”, las percepciones-“nuestros puntos de vista sobre la realidad” y experiencias-“nuestras prácticas sobre la realidad”.



Se trata de una historia entre un hombre y una mujer, dos humanos, dos sexos, dos géneros, dos paradigmas. En realidad se trata de dos historias contada y escrita por uno de los protagonistas. No habrá nombres, los nombres importan mucho menos que la historia en sí misma. En esta primera parte tratare de focalizarme en el contexto.

No se trata de una historia con un “final feliz”, en la vida todo es tan relativo y a la vez tan simple que no nos damos cuenta que la mayor parte de nuestras búsquedas se encuentra cerca de nosotros o porque no decirlo de una vez, en nosotros mismos, buscamos en el exterior lo que desconocemos se encuentra en nuestro propio ser (esto es parte del paradigma).

No se cuan coherente seré y esto no me importa, porque estoy convencido que “las conspiraciones del universo” existen, y la coherencia llegara si mis observaciones son afines a las leyes del universo, no cuando me lo proponga.

No tratare de definir lo que es un paradigma, dejaremos esta tarea a los sucesores de Khun, diré solamente que paradigma es una concepción del mundo, un modelo, una forma de apreciar la realidad, y que estos lentes paradigmáticos varían en dependencia de lo que hasta hoy recordemos de nuestras existencias, de nuestras observaciones sobre las realidades.

Y concluiré esta primera parte del relato, con la convicción que todos estamos interconectados de una u otra forma, conexiones intangibles en su mayoría, somos haces de energía envueltos en cuerpos, cuerpos de hombre o de mujer, o cuerpos bajo otras formas, pero en esencia somos energía, y bajo este trozo del paradigma, diré que en la historia él y ella están conectados, pero no están solos, muchas otras personas, otros seres también lo están, seres que conocemos y otros a quienes no conocemos o no recordamos, pero todos influyen, todos, como las partes de una PC con doble núcleo, como un sistema con muchos subsistemas.

Una vez dicho esto, entenderemos que tanto Él como Ella vivieron la historia y la seguirán viviendo cobijados por la sombra de sus propios paradigmas.

Ella y El, dos humanos, con sus luces y sombras, dos seres con su propia divinidad, dos personajes con sus propias historias de vida, sus propios recuerdos, mitos, aspiraciones, dos actores con sus propias contradicciones, y quizás lo particular de esta historia no es la certeza sobre la conspiración del universo, las evidencia de la ley de la atracción, u otra cosa similar, sino que se trata de una historia de amor, una palabra extraña en estos tiempos de la pos modernidad, una palabra que trata de definir un sentimiento, un estado del ser, un conjunto de emociones, una palabra que encierra diversas prácticas culturales y sociales, una historia común y compleja, porque de una u otra forma, y más aun si somos buenos observadores, podremos a partir de nuestras historias descubrir un camino, un sendero y podremos también descubrir nuestra estrella, para poder avanzar sin miedos, ni apegos, temores o carencias.

Nos invitamos todos entonces, a caminar, a buscar nuestra estrella, y quizás esta historia nos permita entender nuestro poder, nuestra paz interior, nuestra felicidad, nuestra libertad, nuestra divinidad.

Comenzare por Ella, el personaje central de la historia, Ella, la mujer, construida socialmente como femenina, habitada por un cuerpo de mujer, una mujer con un nombre extraño, pero prometimos no citar nombres, sino centrarnos en el contenido, en las lecciones de la vida.

Puedes poner un poco de música, puedes tomar un café o un buen trago, puedes buscar tu lugar seguro, haz lo que quieras, y comparte conmigo tus propios paradigmas, contradíceme, di lo que quieras, esta es una historia abierta al público.

Ella y El, son como libros, usualmente cerrados, pero abiertos a quienes los buscan, y se interesan por su contenido.


Lee y di lo que quieras, bajo los lentes de tus propios paradigmas. Hoy, esta madrugada, demos gracias a la vida por tener el privilegio de escribir o de leer. Gracias por compartir conmigo esta historia. Hare lo posible por llamar tu atención. Y ya sabes, el universo conspira, todos estamos interconectados y no debemos seguir buscando en el exterior lo que en realidad, llevamos dentro de nosotros.

¡Yo, te amo!


#DoktorMontiel


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