PERDÓN MAMÁ

Perdón Mamá.......

 

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 Mi mamá ya adulta me llamaba "René Pérez", era el único hijo a quien agregaba apellido, aunque en realidad era Montiel, igual que Juan Carlos y Marthita. 

Fui como saben, el tercero de siete hijos y el primer varón. Y mientras vivía con ella, procuré ser un hijo obediente y cumplir lo que ella esperaba de mi.

Nunca hubo un papá***
La niñez fue dura para todos, especialmente para la Marthita y Juan Carlos. Y tuve que irme de casa a los trece años. Me fui a cumplir mis sueños, especialmente el de ser médico.

Volví a casa muchos años después. Me gradué, me casé y me dediqué a servir a la joven Revolución. Luego ingresé al mundo académico y cuando tuve algún tipo de prestigio y dinero, volví a compartir con ella mis logros, especialmente tiempo y el dinero ganado en mi periplo europeo.

Todo sobre mi madre***
Mamá fue todo para mí. La que no me abortó. La que me mantuvo con vida los primeros años. La que me llevó a la escuela y al templo. Con ella adquirí el placer de leer y soñar.

Mamá me transmitió los valores clave de mi vida: honestidad, respeto, trabajo, dignidad y también un poco de orgullo y terquedad.

 

Ella me regaló la fé, la iglesia, la piedad y el cariño por los sacerdotes.

 

Pude acompañarla los últimos 20 años de su vida y darnos tiempo de calidad. Hablamos mucho, visitamos algunos lugares, comimos un pargo rojo, tomamos alguna cerveza, aplaudimos al gran Raphael en el centro de la sexta fila en la platea del teatro Rubén Dario.

Perdón Mamá ***
Le pedí perdón muchas veces, sobre todo por mis actitudes de hijo mayor entre los 10 y los 13 años. Pero también pude agradecerle y honrarla en vida, siempre en vida

Le fallé al ser detenido por la oficina de seguridad del somocismo y hacerle vivir un horrible calvario de dolor y lágrimas 
Le fallé al dejarme llevar por el hedonismo y el egoísmo y dejar casi abandonada a mi joven esposa y mis tres niñas en los años de la joven Revolución
Le fallé al criticar las diferencias de crianza y no valorar todo lo que hizo por todos sus hijos
Le fallé en muchas cosas. El perdón no fue suficiente.

La resurrección de mi madre ***
Cuando enfermó gravemente le pedí al Señor que se la llevará. Y se fue un domingo. Resucitó a la vida eterna.

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El 30 de mayo es día de las madres en Nicaragua y recuerdo el primer regalo que le hice cuando trabajé cosiendo sacos de azúcar en el ingenio San Antonio. 
Perdón mamá. Y gracias por tantas y tantas y tantas cosas. Dicen en mi casa que soy igualito a mi madre en sus habitos y mañas. Hablo de ella con mis actitudes más que con mis palabras 

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Soy René Pérez por biología y cédula de identidad. En el corazón y en el alma soy Fausto René Montiel, el aventurero romántico y gruñón. Un pinche neurótico sobreviviendo a la decadencia de la edad.
Perdón mamá, pude ser mejor y ser tu orgullo en vida. Lo intenté y no pude con todo. Gracias a Dios, mis hermanos, los piadosos vecinos, Rene Roberto y los sacerdotes pudieron acompañarte en el día a día de los años más difíciles 

 

Perdón mamá. Besos hasta el cielo

 

René )


 

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