Sergio Lacayo en mi memoria: "El monstruo".


Sergio Lacayo en mi memoria: "El monstruo".
Orgullo Chichigalpino y gloria del deporte Nicaragüense
1
Yo nací en el Ingenio san Antonio y crecí en un poblado cercano. En el ingenio estuve tres años y luego hasta los trece en el pueblo. Hablo de 1956 a 1970. Lo subrayo para contextualizar el relato.
Volvía de León -dónde me bachilleré y fui a la universidad- en vacaciones, a trabajar en el hospital del Ingenio con d Polito, hasta que me gradué de médico. Este fue el periodo de 1971 a 1978
2
Como he contado, en mi tiempo libre- como niño trabajador y estudiante lleno de sueños- jugaba béisbol con mis amiguitos de la cuadra. Eran los minutos felices de total libertad y felicidad infantil
3
Los niños y adultos de esos tiempos disfrutábamos del béisbol como pocos. La gente trabajaba 24/7 para la familia Pellas. El ingenio y la licorera eran el micro mundo laboral, pero había un oasis para todos: los jugadores del equipo Flor de Caña y los partidos de béisbol
Un línea up de estrellas, al menos para mí, eso eran, así los miraba: los giros mágicos de la "maravilla" Jarquin, los piconazos que recogía Antonio Membreño, los jonrones fuera del estadio de Cirilo o Cayetano. Un equipo que se partía el alma en el terreno.
4
Y yo tenía un vecino, un "amigo", un adulto que para mis nueve o diez años, era el mejor lanzador que yo había conocido: el imbateable Sergio Lacayo.
5
Aunque yo era un niño muy ocupado, todo lo interrumpía cuando veía llegar de su trabajo y sus prácticas de béisbol, al gran Sergio Lacayo. Él era vecino. Su esposa era una "chelita" guapísima. Hacían una gran pareja desde mi perspectiva infantil (la pareja que modelaba para mí en mi imaginario infantil)
6
Me le acercaba a Sergio y me dejaba cargarle su guante y cosas de su uniforme. Era un trayecto corto, menos de una cuadra. Yo no recuerdo si le preguntaba algo, o si él me decía algo
Pero eran minutos de hiper felicidad. Ir a la orilla del "monstruo". El mejor lanzador para mí, en esos años maravillosos.
7
Muchos fanáticos de ahora no tienen referencia alguna del equipo de beisbol "Flor de Caña". El nombre para mí era lo de menos. Lo esencial para el niño que era yo, eran sus jugadores y su estadio. Un lugar que quedaba a minutos en el trencito (el cobrador d Juan Zamora no me cobraba- vivía frente a mi casa-) Me colaba en el estadio con facilidad. Y desde el mejor ángulo posible me deleitaba, viendo las prácticas y juegos del equipo.
8
En el Flor de Caña de entonces, jugaban Sergio Lacayo, Julio Juárez, César Jarquin, Cirilo Herrington, Antonio Membreño, Cayetano Hunter, Adolfo Urtecho, Carmelo Castro,
Todos para mí eran héroes deportivos
9
Yo no tuve padre y en cierta manera miraba a Sergio como mi papá- hermano mayor o alguien grande, seguro, protector, amable. Era unos diez años mayor que yo. Lo miraba enorme, fuerte, amable, famoso, quizás la figura masculina que no existía en mi historia de vida.
10
Para darse una idea de la dimensión de Sergio Lacayo les resumo:
*En la XX Serie Mundial celebrada en Nicaragua en 1972, ganó 3 juegos y no perdió. En 27.2 innings lanzó para 0.98 de efectividad, ponchando a 28 bateadores en 27.2 innings.
*Lanzó un juego “Sin Hit ni Carrera”, 2×0 contra Colombia en el Torneo de La Amistad de 1971, celebrado en Nicaragua.
* En poco más de siete años de carrera, Sergio terminó con 120-40 y 1.77 en 1,242 innings. Es líder en porcentaje de ganados y perdidos (0.75) y su efectividad es la mejor en el beisbol nacional para quienes han lanzado por lo menos 1,000 innings.
* Con el Flor de Caña de 1970 ganó 15 juegos, perdió 5, propinó 6 lechadas, lanzó para 0.96 en efectividad y fue líder en ponchados con 142.
* En 1972 tuvo 15 juegos ganados, 3 derrotas, 8 lechadas, 0.85 en efectividad, 113 ponchados.
* En 1977 ganó 22 juegos estableciendo record de triunfos en una temporada, marca que prevaleció hasta 1990. Ponchó a 171 rivales, lanzó para 1.91.
11
En 1998 fue exaltado al Salón de la Fama del deporte Nicaragüense. Un reconocimiento absolutamente merecido. Quizás algún día el estadio de béisbol de Chichigalpa lleve su nombre. Se reconoce en vida, no en la tumba fría
12
Sergio me regaló una pelota autografiada, que guardé como un tesoro hasta la insurrección final. Alguien la robó y quizás la guarde como lo hacía yo; un tesoro
13
El tiempo ha pasado, yo estoy cerca de mis primeros 68 diciembres y Sergio vive en EEUU. Pero mi niño interior sigue vivo y contento
14
Sigo corriendo a la esquina al ver llegar al monstruo de la lomita. Llegó donde él, lo saludo y él, quizás cansado del día y queriendo llegar a casa, me entiende y me sonríe. Y camino feliz esa cuadra, cargando su guante de beisbol y su bolsa de jugador.
15
Hay una costumbre cultural de exaltar y hasta sobre dimensionar a los fallecidos. Yo soy de los que insisto que se felicita, agradece o reconoce EN VIDA.
Y deportistas como Sergio Lacayo se lo merecen. Un ejemplo dentro y fuera del estadio. Un lanzador de esos que se ven en cada generación. Llevó el uniforme dentro y fuera del país con humildad y excelencia
16
Hola Sergio, quizás algún día leas este post. Soy René, el hijo de doña Thelma, el nieto de d Chepita, aquel cipotito que te acompañaba hasta tu casa, frente a la mansión de las señoritas pintoras
17
Espero estés bien. Abrazo hermoso
Gracias por esos momentos de felicidad, por tus hazañas desde el montículo y tus gestos de cariño hacia ese niño que llegó a grande y puede presumir que tuvo un amigo héroe del deporte en Nicaragua: Sergio Lacayo.
Orgullo Nacional!
René)





 

Comentarios

Entradas populares de este blog

A Mauricio Abdalah

GRACIAS

Nadie tiene mas amor, que el da su vida por los demas