El nacimiento del Ministerio de Salud y muchas otras cosas

Relato # 11:


Cuando era un niño siempre me llamaba la atención una casa a la que todos llamaban “la sanidad”, a la que en determinados días de la semana llegaban varias señoras vestidas con ropas “provocativas” y hacían una larga fila esperando ser atendidas. Poco a poco me fui enterando que las señoras eran trabajadoras sexuales, una profesión muy extendida en el pueblo y que llegaban cada mes para ser “chequeadas” por el doctor Flores, el doctor del pueblo, un señor medio gordito, de bigotes y cara con cicatrices por el acné, que había estudiado en Mexico. En la sanidad siempre había un miembro de la guardia nacional, ya que las señoras debían pagar un dinero por el chequeo, nunca supe cuanto, pero ellas debían ganar su poquito, ya que la calle de los prostíbulos, a la orilla de la pasada del tren, siempre se escuchaban alegres, música, gritos de contentura y una lucecita roja siempre encendida por las noches, y las “tiendas” donde acampaban en temporada de zafra eran asiduamente visitadas por los obreros del ingenio. Cerca de mi casa había un prostíbulo de mejor calidad, le llamaban “las pintoras”, nunca supe porque, ya que nunca supe que pintaran nada, pero decían que llegaban señoras de Guatemala y El Salvador a trabajar. Ahí se parqueaban carros elegantes y hombres distinguidos del pueblo, ya que ahí en vez de los 7 o 10 pesos habituales por la “prestación”, se pagaban entre 50 y 100 córdobas, una fuerte cantidad de dinero para la época en que la moneda estaba al 7 x 1.

Pero bien, no existía una atención de salud como tal. Muchas personas de la generación menor de 30 años, cree que lo que existe en Nicaragua ahora, así fue siempre y no tienen ni idea de que entre otras cosas que no había en Nicaragua, era un Ministerio de Salud. En mi programa doctoral sobre la Reforma de Salud, al estudiar la etapa previa a 1979, encontré que existía el Seguro Social en algunos lugares del país (en realidad nació en 1956 en el Ingenio San Antonio), algunos hospitales en las cabeceras departamentales (lugares para el buen morir) y que el concepto y practica de atención primaria nació justamente con la Revolución.

En mayo de 1978 cuando inició la insurrección en el Ingenio San Antonio, vivía con mi esposa Armantina en Chichigalpa, recién habíamos alquilado una casa en el Reparto Las Palmeras, y ella estaba de turno en el Hospital, cuando una tanqueta de la GN atacó el lugar y mi esposa embarazada de 7 meses tuvo que salir acompañada de médicos y enfermeras, con una banderita blanca en medio de los cañaverales, caminando los 5 kilometros bajo las balas y aviones push and pull, hasta que logró llegar a casa. Esto provocó el nacimiento prematuro de nuestra primera hija Mey Ling, en una casa de campaña improvisada de la Cruz Roja, quien fue otro de mis innumerables partos (una de las tareas mas demandados del ejercicio de la medicina en esta época).
Mey traia una “circular de cordón”, no contaba con medicinas ni equipos si se presentaba una complicación, los aviones sobrevolaban la ciudad, se escuchaban tiros por doquier, y así en medio del desbarajuste y el temor, ocurrió el parto un poco antes de las 3 de la tarde del 29 de junio, casi a la misma hora que estaban asesinando a Mauricio.
Los combatientes tomaron la casa de un señor rico del pueblo y ahí me llamaron para formar el primer hospital de guerra en Occidente, ahí estuve los días y noches de mayo, junio y julio de 1979, unos angeles llamados La Familia Sequeira y otras personas cuidaron de mi esposa y mi hija recién nacida. Recién pasado el triunfo llegó de Chinandega el doctor Plutarco Anduray Palma y me nombró director del primer centro de salud con camas de Nicaragua, aun conservo la carta con el nombramiento, ya borroso con el paso de los años, pero fresco aun en la memoria de esos días inolvidables.

Ese fue el germen del naciente Ministerio de Salud, jóvenes médicos y enfermeras, quienes no conocíamos horario, nadie pensaba en un salario, tuvimos que dejar nuestras familias, dejarlo todo, había que atender a muchas personas civiles, ademas de combatientes, los heridos mas graves los enviábamos a Leon. Hoy existe en Chichigalpa un Hospital Primario, hay nuevos hospitales en casi toda Nicaragua, contamos con una extensa red de atención primaria, hay muchas deficiencias todavía, somos un país empobrecido y con recursos limitados, pero nada comparado con el pasado, que quedó ahí, enterrado para siempre.

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