CRÓNICA DE UNA PANDEMIA (No 28)

De Wuham a Brasil (Una tragedia en 4 actos)


El día de hoy, lunes 25.05.20, este cronista ha registrado 5.5 millones de casos de SARS-CoV-2 y 345,000 fallecidos en 188 países, que asumiendo el subregistro nos permite proyectar unos 6 millones de enfermos y 400,00 muertes, con una tasa de letalidad de un 6.3% aproximadamente.

La pandemia inició en Asia (Wuham), trasladándose a Europa (Italia, España, Francia e Inglaterra), luego a EEUU (98,000 muertes y 1.6 millones de casos), y ahora en América Latina, la región más vulnerable de las 3 anteriores. Una tragedia en 4 actos, con los mismos actores fallecidos o muertos, pero con diferentes escenarios y modelos de abordaje, para enfrentar al pequeño enemigo invisible.

China y sus vecinos asiáticos, enfrentaron la pandemia con la serenidad, sagacidad e inteligencia, emulando a los guerrilleros de Ho Chi Minh y Mao Tse Tung, en las batallas contra los imperios norteaméricano y japonés, aplicando tecnología, epidemiología y política sanitaria.

La culta Europa, vió caer sus muros levadizos, sin disponer de una estrategia de consenso, en una cruel analogía de lo que ocurre con la endeble Unión Europea. El ViBrexit del Covid19 fragmentó aún más al viejo mundo, donde las casas de retiro, hogares de pensionados y hospitales, fueron el escenario para despedir a miles de ancianos geriátricos, en la más absoluta soledad.

El poderoso EEUU y su rostro de seguros privados, fue despedazado por la pandemia, sobre todo en los distritos y barrios donde habitan los 50 millones de pobres del imperio. Una pandemia manejada al estilo de su billonario presidente, que ha pasado de dirigir sus edificios y concursos de belleza, a dictaminar la vida o la muerte de sus enemigos: inmigrantes y excluídos. Una pandemia delivery, exitosa y brutal, dejando en silencio a Wall Street y el Soho newyorkino.

Y ahora América Latina, la región de las dictaduras militares y golpes de estado, donde las madres de la plaza de mayo, se extienden por todo el continente, sumando ahora una nueva tragedia a su trágica historia, sin sistemas de salud capaces de contener el tsunami viral, con políticas de salud dictadas desde los escritorios del presidente de turno, contemplando a sus nuevos y viejos muertos, tomando mate, un trago de ron, o rezando el rosario, tal como lo han aprendido de sus ancestros, habituados a la muerte, la desesperanza y el infortunio.

Una tragedia sanitaria global, en espera de la segunda ola, la tragedia económica, con millones de desempleados, micro economías sin esperanzas que el FMI o el Banco Mundial, les rescate, como si lo hacen con los sistemas financieros y gobiernos leales a sus recetas y modelos, que cargan en sus modernas MacBooks.

Los Sapiens de uno y otro continente lloran a sus muertos, aún sin comprender del todo, los cómo y los porqué, de esta pandemia inesperada, sigilosa y letal. Millones de mascarillas, guantes, recipientes con alcohol o cloro, lentes protectores, fármacos variados, desde la popular cloroquina (levantada de las cenizas de la malaria) a la histórica aspirina de la bayer, se consumen, se venden y se compran por millones, en espera de la nueva receta del dïa, noticias sobre las diversas vacunas que uno u otro país, afirma tener. Un antibiótico, Azitromicina, posiblemente pierda su eficacia terapéutica, tras haber sido declarado, despues de los respiradores y viricidas, la fórmula más eficaz, para expulsar al virus que muere con agua y jabón.

El próximo año, los humanos empezarán la ronda electoral, para elegir presidentes, jefes de gobierno y primeros ministros (no olvidar que los reyes y las reinas no se eligen). Ya veremos cuán útil serán las promesas sanitarias, para conseguir los votos.

Los estados digitales ya han tomado el control. Billones de dispositivos, encendidos 24/7 monitorean, tal cuál un paciente de cuidados intensivos, a la humanidad entera. Están dadas todas las condiciones para el “golpe de estado virtual”, del cuál ni nos enteraremos. Mientras escribo y leo esta crónica han muerto decenas de niños por hambre (uno cada 5 segundos). Dificílmente un millenial, un NiNi, o un chaval de Silicon Valley o Palo Alto, esté interesado en ello. El resto se divierte con Tik ToK.

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