CRÓNICA DE UNA PANDEMIA (No 38)

La liga ha regresado.

 El mundo occidental celebra hoy 13 de junio a San Antonio, el santo de los pobres, y precisamente este mismo día, a esta hora, 7.8 millones de personas han sido contagiadas y 430 mil han fallecido en 188 países. 

 

Poco a poco el mundo abre sus puertas, sale de la prolongada cuarentena, se hacen todos los preparativos para el regreso, la reapertura, la desescalada, la vuelta a la normalidad.

 

Los titulares de hoy son una mezcla de cosas. El New York Times escribe sobre la profunda desigualdad y la corrupción en Perú, a pesar de seguir al pie de la letra, las directrices que los grupos de poder han establecido para los países del llamado tercer mundo.  

Este cronista ha constatado que éste país, estableció un estricto confinamiento, obligó a los ciudadanos a permanecer en casa, estableció paquetes de ayuda, acondicionó sus hospitales con respiraderos, pruebas rápidas y compartió todas las cifras de la pandemia a los medios de comunicación y ciudadanía. 

E hizo todo esto, antes del pico de la pandemia, es decir, se preparó bien, sin embargo, 200,000 infestados y 6000 muertes, y contando, contrastan con las medidas anteriores. El problema de fondo de Perú, es estructural, las profundas desigualdades sociales y la corrupción. Una vez más la política supera a la epidemiología. Un solo dato puede ser útil, desde marzo a mayo, más de 500 casos de desviación de fondos dedicados a la pandemia, han sido utilizados de forma ilícita.

 

The Guardian, dice que nunca antes, la humanidad ha estado tan fragmentada, mientras en África siguen incrementando los casos. Y en China los casos desde abril hasta la fecha, siguen aumentando. La esperanza es poder, dice el diario británico, antes se decía que la información, el poder, la tecnologia, etc, es poder. Es alentador saber que desde las frias islas del reino unido, la esperanza ha sido incluida entre los determinantes del poder.

 

Y acá, en mi pequeño y empobrecido país, el uso de la pandemia como arma política se ha convertido en una grotesca y cruel batalla mediática. Los “opositores” no subrayan las medidas de prevención, ni las estrategias a utiizar mientras se vive el confinamiento ciudadano, ni se denuncia la especulación de medicinas, el encarecimiento de prodcutos, o las historias de los “héroes de la pandemia”, el personal del sistema de salud. 

Por el contrario, se siembra la desconfianza y el miedo al sistema sanitario, se satanizan todas las medidas adoptadas, se habla de entierros clandestinos, fabricación de ataúdes, falta de protección al personal sanitario. Es evidente que se trata de colocar a los profesionales contra el gobierno actual, un crimen de lesa humanidad, en tiempos de pandemia, en un pais con escasos recursos.

 

Pero no todo es malo o triste. La liga española ha reiniciado el show, luego de tres meses de inactividad. Ya hoy, millones de aficionados han visto el triunfo del FC Barcelona contra el Granada, con gol y asistencia de Leo Messi. En medio de la tragedia, 90 minutos semanales de olvido. Esto es el mundo, estos somos los humanos. 



Antes de terminar este dia he asistido a una hora santa “virtual” donde una treintena de personas, rezamos por los fallecidos, enfermos, familiares y por el personal sanitarios. Parafraseando a The Guardian, aún nos queda la esperanza.

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